Día 6. Consagraos a mi
protección Maternal
Enero 4/10 (12:20
p. m.)
Hijos
míos: sacudíos, ya, de vuestro sueño letargo; romped con las cosas del mundo,
que os esclavizan; decidíos, en este mismo instante, dar inicio a un proceso
firme de conversión en vuestras vidas; conversión, que os llevará a hacer vida
la Palabra de Dios; conversión que os acercará a Jesús y os irá preparando para
su segunda venida, porque es inminente su pronto regreso; conversión que moverá
vuestro espíritu a una continua reparación, ya que el mundo se encuentra
cubierto por densas tinieblas; el mundo corre, a una velocidad vertiginosa, directo
al abismo del infierno, porque los hombres se han apartado del camino del
Señor; los hombres han cerrado su corazón a mis mensajes. Mensajes que caen al
vacío. Mensajes que son menospreciados, por la mayoría de los miembros de la
Iglesia. Mensajes que siendo una voz de alerta para toda la humanidad, son
desechados de inmediato.
Hijos
amados: María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, aún, sigue
llorando por la dureza con que son tratados los mensajeros y profetas del
Señor.
Aún
sigue llorando: porque los hombres no quieren comprender la magnitud de todo lo
que está aconteciendo. Sigue llorando: porque el mundo, aún, sigue adormilado,
no ha despertado a la realidad; realidad que muestra signos palpables del final
de los tiempos; realidad, que no puede seguir siendo ensombrecida por las malas
interpretaciones que se hacen de estos temas, o por el desconocimiento a las
apariciones y profecías Marianas aprobadas por la Iglesia.
Sigue
llorando: porque todos los fenómenos extraordinarios no son creíbles, son
descalificados por el pensamiento obtuso de muchos corazones soberbios,
engreídos.
Sigue llorando: porque Satanás se lleva consigo a
muchas almas al infierno. Sigue llorando: porque el pecado esta destruyendo la
vida espiritual de muchos de mis hijos.
Sigue
llorando: cuando surgen juicios que menosprecian las manifestaciones de los
últimos días.
Sigue
llorando: cuando se les tapa la boca a
los verdaderos profetas.
Sigue
llorando: porque se escuchan, cada vez más, sermones y predicaciones que ponen
en tela de juicio mis palabras, mis apariciones, mis llamamientos de amor.
Sigue llorando: porque mis hijos predilectos hablan muy poco del Cielo, del
Purgatorio y del Infierno.
Sigue
llorando: porque se ha desvirtuado la noción de pecado.
Sigue llorando: porque la masonería
está, silenciosamente, devastando a la Iglesia.
Sigue
llorando: porque el fervor y la piedad se han perdido. Sigue llorando: porque
el ateísmo, separa muchas almas de Dios.
Carísimos hijos: María, Maestra de los
apóstoles de los últimos tiempos, os quiere adoctrinar, os quiere mostrar la
cantidad de peligros que os asechan, os quiere llevar a un cambio de vida:
porque sólo si permanecéis en estado de gracia, soportareis la prueba. Sólo si
permanecéis fieles a la sana doctrina y a la tradición, os salvaréis.
Sólo si
permanecéis en el Sagrario adorando a Jesús presente en la Sagrada Hostia, no
seréis engañados por la bestia. Sólo si permanecéis arropados bajo mi manto
Celestial, el enemigo no se os acercará. Atended a estos últimos llamados del
Cielo; consagraos a mi protección maternal, que yo dirigiré vuestras vidas y os
cuidaré como una buena madre vela por sus hijos, guiaré vuestros pasos para que
os encontréis con Jesús, os guardaré en uno de los Aposentos de mi Inmaculado
Corazón, de tal modo que paséis desapercibidos frente a las insidias y
hostigamientos del demonio.
Atended a estos últimos llamados del
Cielo, y haced caso a mis mensajes; guardadlos en vuestro corazón y vividlos;
dadlos a conocer a los humildes y sencillos, que ellos sabrán acogerlos como
palabras del Cielo.
Atended a estos últimos llamados del
Cielo, y caminad tras las huellas de Jesús; renunciad radicalmente a las cosas
del mundo y cargad la cruz de cada día con amor.
Atended a estos últimos llamados del
cielo; dejad, ya, vuestra vida de pecado y esperad, porque muy pronto el mundo
será transformado, regresará a su orden primero.
Virtud de la Perseverancia
Siembro
en vuestro jardín, la Rosa de la Perseverancia, rosa de vivo color que
os anima, os impulsa, os alienta y os motiva a permanecer en el jardín que Dios
os ha plantado.
Cultivad esta rosa celestial con la alegría;
alegría, aún, en momentos de tristeza mirando siempre adelante y nunca hacia
atrás.
Sed
perseverantes, hijos míos, en la oración.
Sed
perseverantes, hijos míos, en los sacramentos.
Sed
perseverantes, hijos míos, en la lectura y meditación del libro Santo. Sed
perseverantes, hijos míos, en el rezo del Santo Rosario.
Sed
perseverantes, hijos míos, en la práctica de las virtudes cristianas. Sed
perseverantes, hijos míos, en el amor al silencio y la soledad.
Sed
perseverantes, hijos míos, en vivir el Evangelio en su radicalidad. Sed
perseverantes, hijos míos, en caminar en pos de Cristo.
Sed perseverantes, hijos míos, en mi escuela
paternal, escuela que os enseña a amar a Dios sobre todas las cosas.
Escuela que os enseña a morir a vuestros propios
intereses para pensar en favor de los demás.
Escuela que os
enseña a amar y a desear ardientemente el alimento espiritual.
Escuela que os enseña a caminar como
peregrinos en la tierra cuya meta es alcanzar el cielo.
3. Coronilla de
Protección. Pág. 7
Seguir con las mismas oraciones arriba indicadas desde el primer día
María , Mater novissimis temporibus
apostolorum, ora pro nobis , amén.
Simpatizo con la obra y hago apostolado de ella,
y en libertad de acción y de acuerdo al documento de la Santa Iglesia
cuya autoridad el Papa Paulo VI , publicado el 15-9-1966 y el decreto de
la congregación de la Propagación de la fe (antes Santo Oficio) A.A.S.,
No 58 / 16 del 29 -12-1966 no esta prohibido divulgar ,sin el imprimatur
escritos relacionados a nuevas apariciones ,revelaciones profecías ,milagros .
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