lunes, 11 de noviembre de 2013

DÍA 33 : RECIBID ESTA CONSAGRACIÓN DIFUNDIDLA SIN TEMORES






Día 33. Recibid esta consagración, difundidla sin temores


Enero 28/10 (1:05 a. m.)


Hijos carísimos: María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, os ha llevado a recorrer un camino de preparación para la consagración a mi Inmaculado Corazón; camino de 33 días en el que habéis ensanchado vuestro corazón para recibir mis gracias. Camino de 33 días en el que habéis descubierto secretos que sólo son revelados a los sencillos, a los humildes. Camino de 33 días en el que os he recordado profecías que están por cumplirse. Camino de 33 días en el que habéis sentido el arropo de mi mirada. Camino de 33 días en el que habéis percibido mi presencia.


Camino de 33 días en el que habéis recibido mis lecciones de amor porque el pueblo perece por falta de conocimiento.


María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, os ha sensibilizado llevándoos a una conversión transformante, a volver vuestros ojos y corazón al Señor.


María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, os ha despertado de vuestro letargo espiritual; ha llegado el momento de reaccionar, os ha llegado la hora de tomar muy en serio mis palabras porque la proximidad de los acontecimientos os ha de llevar a enrolaros en mi Ejército Victorioso de los  Corazones Triunfantes. Ejército que antepondrá el triunfo de los Sagrados Corazones; triunfo que abrirá las puertas de la Nueva Jerusalén. Triunfo que llevará a satanás y a sus legiones de demonios a las profundidades del infierno. Triunfo que llevará a una tercera parte de la humanidad a disfrutar de cielos nuevos y tierra nueva.

María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, os llama a formar parte del Apostolado de Reparación. Reparación tan necesaria en este tiempo final y decisivo en la historia. Reparación que menguará mi sufrimiento. Reparación que disipará las tinieblas que cubren al mundo. Reparación que os prepara para el reinado de Jesucristo en la tierra.

María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, tiene una gran misión: allanar el camino para el segundo advenimiento de Jesús. Advenimiento que traerá: amor, paz y esperanza al nuevo mundo. Advenimiento que destruirá el poder de las tinieblas, para el Señor reinar con todo su poder, majestad y gloria.

María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, os prepara para la gran batalla; San Miguel Arcángel se alista para derrotar al adversario; valeroso guerrero del Altísimo que levantará su espada para defender a la mujer vestida de sol, valeroso guerrero del Altísimo que os protegerá porque sois soldados rasos de mi Ejército Victorioso.

Hijos míos: aplastando con mi talón la cabeza de la serpiente, seré la Victoriosa Reina del mundo. Reina que os abrirá las puertas del Cielo. Reina que os hará gozar de las delicias del Señor. Reina que os entregará el cetro de oro de vencedores, porque no os dejasteis amilanar, confiasteis siempre en la misericordia infinita de Dios Padre. Reina que os condecorará porque supisteis ser fieles a la sana doctrina y al Magisterio de la Iglesia. Reina que os sentará cerca de su trono porque aprendisteis a conservar el sello en vuestra frente y en la mano; sello que os hizo mis elegidos, mis batalladores.

Hijos amantísimos: una vez os hayáis consagrado a mi Inmaculado Corazón me pertenecéis totalmente, obraré prodigios de amor en vuestras vidas, jamás me separaré de vuestro lado, os defenderé de las asechanzas e insidias de satanás.

Una vez os hayáis consagrado a mi Inmaculado Corazón: os ataré con mi cadena de amor, os ligaré a mi seno Materno porque os amo, sois la razón por la cual mi Hijo Jesús murió en una cruz.

Una vez os hayáis consagrado a mi Inmaculado Corazón seréis esclavos amorosos de Jesús y de María, estaréis a nuestra entera disposición, desearéis siempre obrar de acuerdo a la Divina voluntad.

Una vez os hayáis consagrado a mi Inmaculado Corazón, me hago toda vuestra, embellezco vuestro corazón con mis gracias, os comunico mis virtudes y perfumo todo vuestro ser de santidad.

Una vez os hayáis consagrado a mi Inmaculado Corazón, emprenderéis el camino de perfección; camino que os llevará a repudiar las cosas del mundo y apetecer los deleites del Cielo.

Una vez os hayáis consagrado a mi Inmaculado Corazón, recibiréis una fuerza sobrenatural que os moverá a batallar contra el adversario, segurísimos de alcanzar victoria.

Una vez os hayáis consagrado a mi Inmaculado Corazón, intercederé ante mi Hijo Jesús por vosotros, os uniré en un idilio de Amor Santo y Divino porque habéis sido humildes en atender mis súplicas.

Hijos míos: recibid esta consagración como un gran regalo venido del Cielo para este final de los tiempos; no tengáis miedo, puesto que siempre permaneceré con vosotros; difundidla sin temores, sólo os recuerdo lo que ya se os ha sido revelado.

Os bendigo en este día de gracia: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Virtud del Sacrificio

Practicad la virtud del sacrificio, abrazaos a la cruz del Mártir del Gólgota. Dejad tanta comodidad, mortificad un poco más vuestros sentidos. El sacrificio purifica vuestra alma de la herrumbre del pecado.

El sacrificio da mayor luz a vuestro espíritu, espíritu que ha de volar hacia las alturas, ávido de encontrarse con Dios en el Cielo.

El sacrificio os da temple en la virtud, fuerza para resistir a la tentación, coraje para no caer en el pecado.

El sacrificio perfuma todo vuestro ser de santidad, os desnuda del lastre del mundo, de la concupiscencia y os reviste con trajes de pureza.

El sacrificio calza vuestros pies con las sandalias de la penitencia; porque la mortificación y la penitencia se entrelazan entre sí.

El sacrificio os hace soldados aguerridos y valerosos para enfrentar al adversario, os hace moderados en vuestros apetitos, os lleva a dominar vuestros sentidos. Ya es el momento que practiquéis esta gran virtud; virtud que servirá de medio para que reparéis vuestros pecados; virtud que os abrirá las puertas de los Cielos para que os encontréis cara a cara con Jesús y por ende conmigo.

La virtud del sacrificio os ceñirá corona de vencedores porque supisteis vencer vuestro hombre indómito.



3. Coronilla de Protección. Pág. 7

Seguir con las mismas oraciones arriba indicadas desde el primer día 



María , Mater novissimis temporibus
 apostolorum, ora pro nobis , amén.
Simpatizo con la obra y hago apostolado de ella,
y en libertad de acción y de acuerdo al documento de la Santa Iglesia 
cuya autoridad el Papa Paulo VI , publicado el 15-9-1966 y el decreto de 
la congregación de la Propagación de la fe (antes Santo Oficio) A.A.S.,
No 58 / 16  del 29 -12-1966 no esta prohibido divulgar ,sin el imprimatur  
escritos relacionados a nuevas apariciones ,revelaciones profecías ,milagros 

DIA 32 : PEDID LA LUZ DEL ESPÍRITU SANTO




Día 32.  Pedid la luz del Espíritu Santo



Enero 27/10 (6:50 p. m.)


Hijos carísimos: venid y formad parte de mi Ejército Victorioso. Estáis en los umbrales de la Nueva Jerusalén. Os ha tocado el tiempo de la tribulación y de la justicia, tantas veces profetizado. Os falta poco tiempo para que todos los acontecimientos predichos por mí en muchas de las apariciones, se cumplan.


Pedid la luz del Espíritu Santo, clamadle el don del discernimiento para que comprendáis que las señales y los avisos del Cielo apuntan al segundo advenimiento de mi Hijo Jesús, que está muy próximo. No seáis irracionales y mulos, no vayáis en contra de los designios de Dios, no interpretéis equivocadamente el libro del Apocalipsis; anatema es aquel que contradiga la Palabra, herejes son aquellos que se atreven a decir que lo que está escrito no todo se cumplirá, no acomodéis más las profecías bíblicas a vuestro antojo, no tergiverséis su sentido saliéndoos de la verdad.


Venid y formad parte de mi Ejército Victorioso; se desata una batalla espiritual entre las potestades del Cielo y los principados del infierno. Luchad junto conmigo, venceremos al dragón rojo y a la bestia negra; satanás y sus demonios serán arrojados al fuego eterno.

Venid y formad parte de mi Ejército Victorioso; os marcaré con el signo de la cruz; el adversario no podrá sustraeros de los caminos del Señor. San Miguel Arcángel es vuestra defensa. Yo que soy vuestra Madre os arrullaré entre mis brazos como a niños pequeños, como recién nacidos que necesitan ser amamantados de leche espiritual; venid y formad parte de mi Ejército Victorioso. Os haré mis soldados valerosos, ganaos una morada en el Cielo batallando contra las huestes del mal.

Venid y formad parte de mi Ejército Victorioso; el imperio de satanás pronto será destruido, le ataré con la cuerda del Santo Rosario para que no vuelva a haceros daño; pronto Jesucristo vendrá a instaurar su reino en la tierra. Venid y formad parte de mi Ejército Victorioso; debilitad las fuerzas de satanás con la oración, el ayuno y la penitencia; armas poderosas con la que será aniquilado.

Venid y formad parte de mi Ejército Victorioso; os esconderé en el refugio de mi Inmaculado Corazón porque grandes pruebas os esperan; la purificación llegará a su culmen, la tierra entera será renovada; bolas de fuego descenderán del cielo, sólo sobrevivirá la tercera parte de la humanidad.

Venid y formad parte de mi Ejército Victorioso; os queda poco tiempo para que las puertas de la Nueva Jerusalén se abran de par en par.

Convertíos de corazón y volved vuestros ojos al Señor. Él os perdonará. Él ha condonado vuestra deuda con su muerte en cruz.

Venid y formad parte de mi Ejército Victorioso; estáis en tiempo de oscuridad, pronto aparecerá el hijo de la perdición; su sagacidad será tal que engañará a algunos de mis elegidos.


Venid y formad parte de mi Ejército Victorioso; la Iglesia está entrando en un período de consternación; pronto la silla de San Pedro estará vacía; el usurpador llegará a tomar el puesto que no le pertenece.

Venid y formad parte de mi Ejército Victorioso; no deis más tregua a satanás; abrazad el madero de la cruz y empezad el camino de la mortificación y de la penitencia. Pronto mi Inmaculado Corazón triunfará.

Venid y formad parte de mi Ejército Victorioso, atended a los llamados angustiosos de vuestra Madre Celestial; el diablo anda como león rugiente queriéndoos devorar.

Venid y formad parte de mi Ejército Victorioso; pronto escucharéis el toque de la trompeta; vuestro corazón estará sobresaltado por los sonidos estentóreos del cielo.

Venid y formad parte de mi Ejército Victorioso: soy María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, que os educará con sus lecciones de amor, os dará toda la sabiduría necesaria en este tiempo de tribulación, os despertará de vuestro sueño letargo abriéndoos vuestros ojos a una realidad; realidad en la que los acontecimientos hablan por sí solos; realidad que os hace sentir cercano el triunfo glorioso de Jesucristo.

Venid y formad parte de mi Ejército Victorioso; ya no hay tiempo de decidir; el cáliz de la amargura será derramado en toda la tierra; la humanidad entera enfrentará grandes pruebas; pasará por el fuego del sufrimiento; la Iglesia llegará al máximo esplendor porque las obras de las tinieblas serán disueltas, los rayos del Señor resplandecerán en el Nuevo Mundo.

Venid y formad parte de mi Ejército Victorioso; consagraos a mi Inmaculado Corazón; seré vuestra Madre y os trataré como a hijos muy amados; las puertas del Cielo se encuentran abiertas, haced en todo la Divina Voluntad, cumplid con los mandatos de Dios y entraréis a tomar posesión de una de sus moradas; el infierno está atestado de almas condenadas; temedle al suplicio eterno; acogeos a la bondad y misericordia Divina; dejaos rescatar por mí. Os esconderé en mi Virginal Corazón.

Virtud de la rectitud

Hijos míos: abrid vuestros oídos a mi voz; sentid de nuevo mi presencia Maternal en medio de vosotros. Una buena Madre educa a sus hijos en la virtud. Una buena Madre les forma, les instruye, les enseña las sendas de la rectitud. No os dejéis desviar ni a derecha ni a izquierda. Dirigid vuestros pasos por el camino recto, angosto pedregoso; camino seguro de encuentro con el Señor. Camino que os lleva al Reino de los Cielos. Vuestras acciones han


de ir en coherencia con las enseñanzas de Jesús. Nada oscuro debe haber en vuestra alma. Alma que habrá de permanecer tan nítida como un espejo sin mancha.

Atended siempre a las enseñanzas de Jesús en su Evangelio, no os dejéis tentar por el adversario; porque si sedéis a sus pretensiones, naufragaréis en la desdicha y en sufrimiento eterno.

La virtud de la rectitud os hace santos, os hace acreedores del premio prometido. La virtud de la rectitud os sustrae de las falacias del mundo.

La virtud de la rectitud os hace como ángeles, en la tierra; ángeles de corazón puro, ángeles de corazón diáfano, cristalino.

La virtud de la rectitud os arrebata del adversario, os hace agradables ante la presencia de Dios.

La virtud de la rectitud embellece vuestro corazón, lo perfuma del nardo purísimo, lo hace radiante como una estrella.

La virtud de la rectitud os dará premio de gloria, disfrutaréis de la visión beatífica de Dios en las alturas.

La virtud de la rectitud os lleva al cumplimiento exacto y perfecto de los mandamientos, infunde en vosotros celo por la salvación de vuestra alma.

La virtud de la rectitud os hace semejantes a Jesús: claro en sus pensamientos y coherente en su proceder.


3. Coronilla de Protección. Pág. 7



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María , Mater novissimis temporibus
 apostolorum, ora pro nobis , amén.
Simpatizo con la obra y hago apostolado de ella,
y en libertad de acción y de acuerdo al documento de la Santa Iglesia 
cuya autoridad el Papa Paulo VI , publicado el 15-9-1966 y el decreto de 
la congregación de la Propagación de la fe (antes Santo Oficio) A.A.S.,
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DIA 31 : TOMAD MUY EN SERIO ESTA PREPARACIÓN



Día 31. Tomad muy en serio esta preparación

Enero 27/10 (11:20 a. m.)


Amados hijos: abrid vuestro corazón a cada una de mis lecciones de Amor Santo. Meditad en ellas cada día y tomad muy en serio esta preparación para la consagración a mi Inmaculado Corazón. Preparación que os exige estar en estado de gracia. Preparación que os hará soldados valerosos de mi Ejército Victorioso. Preparación que os mostrará eventos de gran magnitud que están por suceder en todo el mundo. Preparación que adelanta el triunfo de mi Inmaculado Corazón y por ende el Reinado del Sagrado Corazón de mi Hijo Jesús. Preparación que alerta a la humanidad para el segundo advenimiento de Jesús que está muy próximo. Preparación que os pondrá bajo mis órdenes porque soy la capitana de este gran ejército. Ejército que hará de vosotros apóstoles de luz, porque estáis en la hora de las tinieblas. El mundo está envuelto en una capa de oscuridad; apóstoles de luz que habrán de testimoniar con su vida de santidad; vida llevada según las directrices del Evangelio. Apóstoles de luz que brillarán como el resplandor de una estrella porque en su alma hay nitidez, actúan sin fingimiento, en sus obras hay claridad, coherencia. Apóstoles de luz que enfrentarán al adversario, cumpliendo los mandamientos de la ley de Dios y de la Santa Madre Iglesia. Apóstoles de luz que esparcirán la Palabra predicando a tiempo y a destiempo.

Apóstoles de luz fieles a la sana doctrina y a la tradición.

Apóstoles de luz que se dejan guiar por las inspiraciones del Espíritu Santo. Apóstoles de luz que estarán en el mundo, pero sin ser del mundo.

Apóstoles de luz que rechazarán rotundamente el error, filosofías llamativas y extrañas.

Apóstoles de luz que andarán por la calle de la amargura dispuestos a ofrecer consuelo al Corazón agonizante de Jesús.

Apóstoles de luz que iluminarán en el tiempo en el que la Iglesia pase por la horrorosa crisis.

Apóstoles de luz que no se sentirán solos, percibirán mi presencia, mi amparo maternal.

Apóstoles de luz que difundirán el Evangelio, defenderán la verdad, amarán la Iglesia.

Apóstoles de luz que recorrerán el camino andado por vuestra Madre Celestial; camino que os llevará al Cielo.

Apóstoles de luz que reparan con su oración al Corazón Eucarístico de Jesús, porque es herido por los suyos en su propia casa.


Apóstoles de luz que resplandecerán por su vida apostólica, porque el celo de su Casa le devora.

Apóstoles de luz que aceptarán los sufrimientos y se adherirán a la Cruz Cristo.

Apóstoles de luz que se dejarán formar e instruir por mí, como el resto fiel de la Iglesia.

Apóstoles de luz que sabrán abrir las puertas de su corazón para que Jesús reine dentro de ellos.

Apóstoles de luz que sabrán llegar al calvario del Mártir del Gólgota dispuestos a morir por Jesús y por la Iglesia verdadera.

Apóstoles de luz que ayudarán a los perseguidos a caminar por la senda de la confianza y de la seguridad.

Apóstoles de luz que responderán a mis llamados, darán a conocer mis mensajes sin miedo.

Apóstoles de luz que harán de su vida: en María, con María, por María y para María.

Apóstoles de luz que comprenderán que a través de mi intercesión maternal se llega a Jesús.

Apóstoles de luz que expandirán el Apostolado de Reparación porque muy pronto se verán cielos nuevos, tierra nueva.

Apóstoles de luz que se sentirán gozosos en la persecución porque de ellos será el Reino de los Cielos.

Hijos carísimos: consagraos totalmente a mí, que soy Madre de la Esperanza y de la consolación, porque días aciagos están por venir; el día fuerte de la tribulación está tocando vuestras puertas; la bestia, semejante a una pantera negra, llevará a la Iglesia a una dolorosa agonía; los dolores de parto han comenzado; combatid conmigo las fuerzas tenebrosas del mal. Pronto pisaré con mi talón la cabeza de la serpiente.

Combatid conmigo las fuerzas tenebrosas del mal, difundiendo esta consagración. Necesito abrirle los ojos a muchos de mis hijos que, aún, están somnolientos; satanás los ha adormecido, los ha sumergido en un aletargamiento espiritual.

Combatid conmigo las fuerzas tenebrosas del mal, venerándome como: María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, Maestra que os está formando y preparando como guerreros de Dios en mi Ejército Victorioso.

Combatid conmigo las fuerzas tenebrosas del mal, orando el Santo Rosario, arma letal que encadenará a satanás en este final de los tiempos.

Combatid conmigo las fuerzas tenebrosas del mal, reparando por vuestros pecados y los pecados de la humanidad entera.

Combatid conmigo las fuerzas tenebrosas del mal, como soldados rasos de mi Ejército Victorioso porque el pecado ha envuelto al mundo, el mal se ha difundido por todas partes como una terrible epidemia; epidemia que está llevando a muchos hombres a la muerte espiritual.

Virtud del silencio

Debéis ejercitaros en la virtud del silencio, silencio exterior e interior. Aprended a moderar vuestras palabras. Aprended a

interiorizar, a meditar; no pequéis por exceso en el hablar.

Si queréis alcanzar la sabiduría, debéis aprender a silenciar vuestras tres potencias: cuerpo, alma y espíritu; la paz en vuestra alma la encontraréis en el silencio. Silencio que ha de elevar vuestro espíritu al Cielo y uniros en un idilio de Amor Divino. Silencio que os hará más inteligentes, más receptivos a la voz del Divino Maestro. Silencio que os habrá de llevar a la sobriedad, a la quietud, a la armonía, al equilibrio emocional. Los grandes sabios, los grandes santos supieron colocar mordaza en sus labios, supieron abrir su corazón y su entendimiento a la Sabiduría Divina.

La virtud del silencio os hará aceptos y agradables ante la presencia de los hombres. La virtud del silencio os hará almas prudentes, delicadas, moderadas en vuestro hablar.

La virtud del silencio os adentrará en las sendas de la contemplación, en la ruptura con las cosas el mundo.

La virtud del silencio os llevará a la adquisición de la virtud de la prudencia; ambas os dan crecimiento espiritual, dan fin a la procacidad de vuestras palabras.

Hijos míos: en el silencio escucharéis la voz de Dios.

En el silencio podréis encontraros más fácilmente con el Señor. Sus Palabras Divinas caerán en la profundidad de vuestro corazón como susurros de brisa suave.

En el silencio os encontraréis con vosotros mismos, descubriréis vuestras flaquezas, vuestras debilidades, tendréis oportunidad de consideraros ínfimos porque, aún, sois obras de arte no terminadas.

En el silencio os regocijaréis, nadaréis en una paz infinita.

En el silencio vuestro corazón se ensanchará al Amor de Dios, percibiréis mi presencia maternal, mi calidez de Madre.

Hijitos míos: evitad la palabrería, hablad con sutileza y silenciad vuestras potencias, de tal modo que aprendáis a tener un encuentro cara a cara con Dios.


3. Coronilla de Protección. Pág. 7

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María , Mater novissimis temporibus
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cuya autoridad el Papa Paulo VI , publicado el 15-9-1966 y el decreto de 
la congregación de la Propagación de la fe (antes Santo Oficio) A.A.S.,
No 58 / 16  del 29 -12-1966 no esta prohibido divulgar ,sin el imprimatur  
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