Día 14. No temáis pequeño resto, seréis protegidos
Enero 7/10 (7:30
p. m.)
No
temáis pequeño resto, porque San Miguel Arcángel os cubrirá con su capa
celestial y os defenderá con su espada divina.
No
temáis pequeño resto * que a todos vosotros os guardaré en el refugio de mi
Inmaculado Corazón, el enemigo jamás podrá
tocaros.
No
temáis pequeño resto, Cristo os bañará con su Preciosísima Sangre formando una
gran coraza de protección en todo vuestro ser, los dardos del maligno nunca
penetrarán en vosotros.
No
temáis pequeño resto, los Santos Ángeles os custodiarán como cuidando lo más
precioso para el Sacratísimo Corazón de Jesús.
No
temáis pequeño resto, María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos,
os está preparando como soldados valientes del Ejército Victorioso, soldados
armados con la armadura de Dios que no temen a las potestades del infierno
porque saben que su capitana aplastará con su talón la cabeza de la serpiente.
No temáis pequeño resto, atended a las
últimas advertencias del final de los tiempos.
No
temáis pequeño resto, ya es hora que os refugiéis en mi Inmaculado Corazón,
sobrecogeos bajo los pliegues de mi Sagrado Manto, porque muchos enemigos os
asediarán, el hombre impío pronto aparecerá.
No
temáis pequeño resto, vivid mis lecciones de amor para que los falsos profetas
no os engañen con sus cuentos y fábulas.
No
temáis pequeño resto, porque pronto veréis aparecer señales y prodigios en el
cielo; no os alarméis, esto es anuncio para el segundo advenimiento de Jesús.
No temáis pequeño resto, vivid los
mandamientos de la ley de Dios y seréis salvos.
No
temáis pequeño resto, acudid al Señor que su misericordia es eterna para con
todos los que le aman.
No temáis pequeño resto, permaneced
fieles a la sana doctrina, acoged la
tradición y huid del modernismo.
No
temáis pequeño resto, porque sois la porción amada del Señor, sois discípulos
fieles a sus enseñanzas, sed radicales en su seguimiento.
No temáis pequeño resto, cargad con la
cruz de Jesucristo que pronto veréis cielos nuevos y tierra nueva.
No temáis pequeño resto, cuando os
sintáis perseguidos o asediados: dichosos seréis porque vuestro es el Reino de
los Cielos.
No
temáis pequeño resto; saldréis ilesos en este tiempo de tribulación y de
justicia; Jesús os pagará un buen salario por vuestra fidelidad.
No
temáis pequeño resto, el Cielo os está avisando para cuando llegue el momento
de los acontecimientos, muy pronto vendrá el Mesías.
No
temáis pequeño resto, porque pronto mi Inmaculado Corazón triunfará y el
Sagrado Corazón de Jesús reinará.
No
temáis pequeño resto, porque seréis preservados, las alteraciones climáticas y
las estaciones os afectarán en menor grado porque supisteis responder a los
llamados angustiosos de una buena madre.
No temáis pequeño resto, porque
recibiréis corona de mártires el día que estéis en presencia del Tribunal
Divino.
No temáis pequeño resto, esperad
gozosamente el juicio a las naciones, los justos serán puestos a la derecha y
los impíos a la izquierda.
No
temáis pequeño resto, porque muy pronto llegará el día de la misericordia, día
en que vuestras conciencias se os iluminarán,** día en que tendréis un juicio
particular ante la presencia del Señor, día en que muchas almas iniciarán un
proceso de conversión perfecta, día en que cada uno verá su propia vida bajo la
luz de Dios.
Hijos
míos: la iluminación de las conciencias será una de las manifestaciones finales
de misericordia que vendrá del Cielo porque aquí podréis ver como en un espejo
nítido todo lo bueno y lo malo que hayáis hecho en vuestra vida. Es la última
oportunidad que Dios dará a toda la humanidad, oportunidad en la que los
pecadores desearán morir, oportunidad en la que las Iglesias estarán llenas de
penitentes buscando el Sacramento de la Confesión, oportunidad que os llevará a
un examen profundo de conciencia, oportunidad que es el último gesto de amor de
Dios para con todos los hombres.
Virtud de la
simplicidad
Hijos
míos: la simplicidad es una virtud que os hace semejantes a
mi Amor Santo. Mi
Corazón Inmaculado, por gracia y misericordia de Dios conservó la humildad y la
sencillez. Siempre rechacé lo presuntuoso; el lujo exagerado me producía
malestar porque pensaba en el momento en que mi Hijo Jesús vino al mundo y Él
siendo el Hijo de Dios no halló donde reclinar la cabeza. El Rey de reyes y el
Señor de señores nace en un pesebre de Belén, pesebre que hizo de cuna al
recién nacido. Dichoso aquél pesebre que dio cobijo al Hombre-Dios.
La
simplicidad os desata de bagatelas, os libra de apariencias, os
desarraiga del
mundo dándoos mayor libertad porque sus pompas
son adornos falaces que os pone
etiquetas y precios.
Buscad
la simplicidad en vuestra vida, no os compliquéis en
vuestro estilo, vivid en
la soltura, en la holgura espiritual. No os
aferréis a las cosas que un día son
y mañana ya dejan de ser;
cosas que no os llevaréis con vosotros el día que
partáis de esta
tierra para jamás volver.
La
simplicidad es un retablo de oro macizo, retablo pesado por su
gramaje, por su
espesor. La simplicidad os sustrae de la
fugacidad de los pensamientos baldíos,
porque el alma que posee esta virtud posee espíritu de interioridad y
trascendencia.
La
simplicidad os evita quebrantos en vuestro corazón porque
quien carece de ella
vivirá siempre en la inconformidad, la
desazón será su compañera de viaje.
La
simplicidad es una virtud para los pobres de espíritu, virtud
que los va
acercando gradualmente al cielo.
La
simplicidad fue virtud que adornó a los santos que hoy gozan de la visión
beatífica de Dios en el cielo.
La simplicidad es corona fúlgida que
adorna a las almas sencillas, humildes; almas que pasan desapercibidas frente a
los ojos de los hombres pero visibles frente a los ojos de Dios.
3. Coronilla de
Protección. Pág. 7
*Remanente de la Iglesia que se salvarán.
** El Aviso revelado en Garabaldal.
Seguir con las mismas oraciones arriba indicadas desde el primer día
María , Mater novissimis temporibus
apostolorum, ora pro nobis , amén.
Simpatizo con la obra y hago apostolado de ella,
y en libertad de acción y de acuerdo al documento de la Santa Iglesia
cuya autoridad el Papa Paulo VI , publicado el 15-9-1966 y el decreto de
la congregación de la Propagación de la fe (antes Santo Oficio) A.A.S.,
No 58 / 16 del 29 -12-1966 no esta prohibido divulgar ,sin el imprimatur
escritos relacionados a nuevas apariciones ,revelaciones profecías ,milagros
No hay comentarios:
Publicar un comentario