Día
32. Pedid la luz del Espíritu Santo
Enero 27/10 (6:50 p. m.)
Hijos carísimos: venid y
formad parte de mi Ejército Victorioso.
Estáis en los umbrales de la Nueva Jerusalén. Os ha tocado el tiempo de la
tribulación y de la justicia, tantas veces profetizado. Os falta poco tiempo
para que todos los acontecimientos predichos por mí en muchas de las apariciones,
se cumplan.
Pedid
la luz del Espíritu Santo, clamadle el don del discernimiento para que
comprendáis que las señales y los avisos del Cielo apuntan al segundo
advenimiento de mi Hijo Jesús, que está muy próximo. No seáis irracionales y
mulos, no vayáis en contra de los designios de Dios, no interpretéis
equivocadamente el libro del Apocalipsis; anatema es aquel que contradiga la
Palabra, herejes son aquellos que se atreven a decir que lo que está escrito no
todo se cumplirá, no acomodéis más las profecías bíblicas a vuestro antojo, no
tergiverséis su sentido saliéndoos de la verdad.
Venid
y formad parte de mi Ejército Victorioso; se desata una batalla espiritual
entre las potestades del Cielo y los principados del infierno. Luchad junto
conmigo, venceremos al dragón rojo y a la bestia negra; satanás y sus demonios
serán arrojados al fuego eterno.
Venid
y formad parte de mi Ejército Victorioso; os marcaré con el signo de la cruz;
el adversario no podrá sustraeros de los caminos del Señor. San Miguel Arcángel
es vuestra defensa. Yo que soy vuestra Madre os arrullaré entre mis brazos como
a niños pequeños, como recién nacidos que necesitan ser amamantados de leche
espiritual; venid y formad parte de mi Ejército Victorioso. Os haré mis
soldados valerosos, ganaos una morada en el Cielo batallando contra las huestes
del mal.
Venid
y formad parte de mi Ejército Victorioso; el imperio de satanás pronto será
destruido, le ataré con la cuerda del Santo Rosario para que no vuelva a
haceros daño; pronto Jesucristo vendrá a instaurar su reino en la tierra. Venid
y formad parte de mi Ejército Victorioso; debilitad las fuerzas de satanás con
la oración, el ayuno y la penitencia; armas poderosas con la que será
aniquilado.
Venid
y formad parte de mi Ejército Victorioso; os esconderé en el refugio de mi
Inmaculado Corazón porque grandes pruebas os esperan; la purificación llegará a
su culmen, la tierra entera será renovada; bolas de fuego descenderán del
cielo, sólo sobrevivirá la tercera parte de la humanidad.
Venid
y formad parte de mi Ejército Victorioso; os queda poco tiempo para que las
puertas de la Nueva Jerusalén se abran de par en par.
Convertíos
de corazón y volved vuestros ojos al Señor. Él os perdonará. Él ha condonado
vuestra deuda con su muerte en cruz.
Venid
y formad parte de mi Ejército Victorioso; estáis en tiempo de oscuridad, pronto
aparecerá el hijo de la perdición; su sagacidad será tal que engañará a algunos
de mis elegidos.
Venid
y formad parte de mi Ejército Victorioso; la Iglesia está entrando en un
período de consternación; pronto la silla de San Pedro estará vacía; el
usurpador llegará a tomar el puesto que no le pertenece.
Venid
y formad parte de mi Ejército Victorioso; no deis más tregua a satanás; abrazad
el madero de la cruz y empezad el camino de la mortificación y de la
penitencia. Pronto mi Inmaculado Corazón triunfará.
Venid
y formad parte de mi Ejército Victorioso, atended a los llamados angustiosos de
vuestra Madre Celestial; el diablo anda como león rugiente queriéndoos devorar.
Venid
y formad parte de mi Ejército Victorioso; pronto escucharéis el toque de la
trompeta; vuestro corazón estará sobresaltado por los sonidos estentóreos del
cielo.
Venid
y formad parte de mi Ejército Victorioso: soy María, Maestra de los apóstoles
de los últimos tiempos, que os educará con sus lecciones de amor, os dará toda
la sabiduría necesaria en este tiempo de tribulación, os despertará de vuestro
sueño letargo abriéndoos vuestros ojos a una realidad; realidad en la que los
acontecimientos hablan por sí solos; realidad que os hace sentir cercano el
triunfo glorioso de Jesucristo.
Venid
y formad parte de mi Ejército Victorioso; ya no hay tiempo de decidir; el cáliz
de la amargura será derramado en toda la tierra; la humanidad entera enfrentará
grandes pruebas; pasará por el fuego del sufrimiento; la Iglesia llegará al
máximo esplendor porque las obras de las tinieblas serán disueltas, los rayos
del Señor resplandecerán en el Nuevo Mundo.
Venid
y formad parte de mi Ejército Victorioso; consagraos a mi Inmaculado Corazón;
seré vuestra Madre y os trataré como a hijos muy amados; las puertas del Cielo
se encuentran abiertas, haced en todo la Divina Voluntad, cumplid con los
mandatos de Dios y entraréis a tomar posesión de una de sus moradas; el
infierno está atestado de almas condenadas; temedle al suplicio eterno; acogeos
a la bondad y misericordia Divina; dejaos rescatar por mí. Os esconderé en mi
Virginal Corazón.
Virtud
de la rectitud
Hijos
míos: abrid vuestros oídos a mi voz; sentid de nuevo mi presencia Maternal en
medio de vosotros. Una buena Madre educa a sus hijos en la virtud. Una buena
Madre les forma, les instruye, les enseña las sendas de la rectitud. No os
dejéis desviar ni a derecha ni a izquierda. Dirigid vuestros pasos por el
camino recto, angosto pedregoso; camino seguro de encuentro con el Señor.
Camino que os lleva al Reino de los Cielos. Vuestras acciones han
de
ir en coherencia con las enseñanzas de Jesús. Nada oscuro debe haber en vuestra
alma. Alma que habrá de permanecer tan nítida como un espejo sin mancha.
Atended
siempre a las enseñanzas de Jesús en su Evangelio, no os dejéis tentar por el
adversario; porque si sedéis a sus pretensiones, naufragaréis en la desdicha y
en sufrimiento eterno.
La virtud de la rectitud os hace santos,
os hace acreedores del premio prometido. La virtud de la rectitud os sustrae de
las falacias del mundo.
La
virtud de la rectitud os hace como ángeles, en la tierra; ángeles de corazón
puro, ángeles de corazón diáfano, cristalino.
La
virtud de la rectitud os arrebata del adversario, os hace agradables ante la
presencia de Dios.
La
virtud de la rectitud embellece vuestro corazón, lo perfuma del nardo purísimo,
lo hace radiante como una estrella.
La virtud de la rectitud os dará premio
de gloria, disfrutaréis de la visión beatífica de Dios en las alturas.
La
virtud de la rectitud os lleva al cumplimiento exacto y perfecto de los
mandamientos, infunde en vosotros celo por la salvación de vuestra alma.
La
virtud de la rectitud os hace semejantes a Jesús: claro en sus pensamientos y
coherente en su proceder.
3. Coronilla de Protección. Pág. 7
Seguir con las mismas oraciones arriba indicadas desde el primer día
María , Mater novissimis temporibus
apostolorum, ora pro nobis , amén.
Simpatizo con la obra y hago apostolado de ella,
y en libertad de acción y de acuerdo al documento de la Santa Iglesia
cuya autoridad el Papa Paulo VI , publicado el 15-9-1966 y el decreto de
la congregación de la Propagación de la fe (antes Santo Oficio) A.A.S.,
No 58 / 16 del 29 -12-1966 no esta prohibido divulgar ,sin el imprimatur
escritos relacionados a nuevas apariciones ,revelaciones profecías ,milagros
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