lunes, 11 de noviembre de 2013

DÍA 28 : MI INMACULADO CORAZÓN SUFRE




Día 28.  Mi Inmaculado Corazón sufre

Enero 26/10 (6:00 a. m.)


Hijos míos: mi Inmaculado Corazón sufre porque los mandatos de Dios son cambiados por leyes que atentan contra la moral y la ética; leyes que promueven el pecado, leyes que justifican algunas conductas anómalas que son contrarias a los preceptos del Señor enseñados en el Evangelio.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque algunos de mis hijos predilectos guardan silencio frente al pecado y el error; hijos predilectos que deberían de hablar defendiendo la verdad y la sana doctrina. *

Mi Inmaculado Corazón sufre porque los hombres han sustituido al verdadero Dios por dioses falaces, dioses permisivos que los arrastrarán a la condenación y padecimiento eterno.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque hoy se matan cantidades de niños en el vientre de sus madres; el aborto legalizado, astucia de satanás, lleva muchísimas almas al infierno. La sangre de estos inocentes clama venganza desde el Cielo. ¿Por qué sois tan indolentes, tan frívolos, tan calculadores? Pronto tendréis que pasar por una ola de sufrimientos porque los dolores de parto ya han comenzado, el mundo habrá de volver al orden primero por el que fue creado.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque veo multitud de pobres hijos míos que corren hacia la perdición y el pecado ¡Tantas almas caen al infierno, como caen las hojas de los árboles en tiempo de otoño!

Mi Inmaculado Corazón sufre porque muy pocas almas responden a mi llamado, mis mensajes no son leídos, no son escuchados.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque muchos hombres son arrastrados por falsas filosofías, son arrebatados de la verdad del Evangelio, son arrebatados de la única Iglesia fundada por Jesucristo.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque cada vez más la Iglesia es herida, golpeada y traicionada.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque la masonería eclesiástica actúa de manera astuta y diabólica para conducir a todos a la apostasía.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque se pretende fundar una iglesia ecuménica universal, formada por la fusión de todas las confesiones cristianas, incluyendo nuestra Iglesia Católica.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque el pecado es justificado, es presentado como un valor o un bien.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque se niega la realidad de los milagros, se duda de la Divinidad de Jesús y de su misión salvífica.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque la masonería desea fabricar un ídolo nuevo, es decir, un falso cristo, una falsa iglesia.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque la bestia negra quiere llevarse consigo el mayor número de almas a la perdición.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque la apostasía será generalizada, muchos de mis hijos seguirán al falso cristo y a la falsa iglesia.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque muy pronto la puerta será abierta para la entrada del hombre impío, del hombre que llevará a muchos a la perdición.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque mi Hijo Jesús es abandonado, olvidado y muchas veces profanado en su presencia real en la Sagrada Eucaristía.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque algunos pastores duermen en la tibieza e indiferencia, algunos están actuando como Judas, porque piensan sólo en el dinero, en las posesiones materiales.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque la Palabra de Dios es teñida de oscuridad por las interpretaciones racionalistas y ambiguas que degradan lo Sagrado, lo Divino.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque satanás con toda clase de tentaciones os lleva a la malicia, a la impureza y por ende al pecado.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque las apariciones que aún realizo son ignoradas y rechazadas.

Mi Inmaculado Corazón sufre porque muy pocos se dejan formar, educar e instruir por mí. Soy María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, porque os quiero mostrar el camino de la cruz, camino angosto y pedregoso, pero camino seguro de entrada al Cielo.

Soy María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, que os alerta del gran peligro que os asecha porque satanás y sus secuaces han brotado de las profundidades del infierno para seduciros y tentaros, para haceros caer en el pecado, pecado que os distancia de Dios, pecado que deforma vuestra alma, pecado que os lleva a la condenación.

Soy María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, que os llama a consagraros a mi Inmaculado Corazón; a todos os quiero proteger porque sois mis hijos amados. En mi Ejército no sufriréis derrota, no pasaréis necesidades porque conmigo lo tendréis todo.

Soy María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, que os allana y os prepara el camino porque muy pronto vendrá Jesús a instaurar su reino en la tierra.




Virtud del sufrimiento

Acercaos a la gran ciencia de la cruz. En ella encontraréis los medios para que seáis fuertes en las pruebas; pruebas que, aceptadas con amor, os van purificando como a ángeles.

En la cruz está el misterio de Jesucristo; misterio que es derrota al imperio de satanás y triunfo para el Cielo.

Todas las almas llevan sobre sus hombros la cruz.
Cruces pesadas o livianas, según sea la capacidad del alma para sobrellevarla.

Si supierais las grandes riquezas que encierra este misterio de amor, cargarían con extremo amor la cruz de cada día, la desearían más

que la tierra reseca al agua.
La desearían más que el bebé a su madre.
La desearían más que el pájaro, su libertad para emprender el vuelo.

Porque en la cruz es donde mostráis si verdaderamente amáis de corazón a Cristo Crucificado.

En la cruz iréis siendo acrisolados y purificados.
En la cruz menguáis un poco el sufrimiento de mi Hijo.

En la cruz os hacéis semejantes a Él, que soportó con amor vejámenes y atropellos. En la cruz masacráis vuestro instinto carnal.

En la cruz morirá vuestro ser terrenal.
En la cruz toda partícula de mundo se hará trizas.
En la cruz lo opaco de vuestro corazón se tornará lúcido.

En la cruz ansiaréis el Cielo. Cielo que os espera para daros vuestro premio por haber hecho de vuestra vida oblación y redención.

El Corazón adorable de Jesús es herido cuando el alma huye a la cruz o cuando reniega del sufrimiento.

Es mejor, mis pequeños, sufrir en la tierra y recibir la recompensa en el cielo, que disfrutar en el mundo y después lamentarse por toda la eternidad.

Por amor a la cruz me desprendí de Jesús, siendo el tesoro más grande de mi Inmaculado Corazón.

Dios me lo dio, a Él debía devolvérselo.

Por amor a la cruz guardé en mi Corazón la profecía del anciano Simeón. No caminé en contravía a la Voluntad de Dios, esperé en la paz a que llegase aquel momento.

Por amor a la cruz guardaba silencio cuando Jesús era atacado por los judíos y Sumos Sacerdotes.

Por amor a la cruz huí a Egipto, debía defender al indefenso Hijo de Dios. Por amor a la cruz acepté ser la Madre del Salvador.

Por amor a la cruz soporté el sufrimiento Corredentor de su Sagrada Pasión. Por amor a la cruz permanecí a su lado hasta su último suspiro.

Por amor a la cruz lo sostuve entre mis brazos y limpié sus heridas con mis lágrimas. Por amor a la cruz esperé pacientemente su Gloriosa Resurrección.

Por amor a la cruz sabía que un día sería llevada en cuerpo y alma al Cielo.

Por amor a la cruz ayudaba y me mortificaba para permanecer en entera obediencia a su Fiat Divino. Fiat que me costó llanto y terrible sufrimiento a mi frágil Corazón, pero la gran misericordia de Dios me mantuvo fortalecida y animada para caminar por la calle de la amargura; calle que es el sendero angosto y pedregoso que nos lleva al Cielo.



3. Coronilla de Protección. Pág. 7


Seguir con las mismas oraciones arriba indicadas desde el primer día 



María , Mater novissimis temporibus
 apostolorum, ora pro nobis , amén.
Simpatizo con la obra y hago apostolado de ella,
y en libertad de acción y de acuerdo al documento de la Santa Iglesia 
cuya autoridad el Papa Paulo VI , publicado el 15-9-1966 y el decreto de 
la congregación de la Propagación de la fe (antes Santo Oficio) A.A.S.,
No 58 / 16  del 29 -12-1966 no esta prohibido divulgar ,sin el imprimatur  
escritos relacionados a nuevas apariciones ,revelaciones profecías ,milagros 

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