Día
23. Soy Madre de la Adoración y de la
Reparación
Enero 14/10 (10:15 a. m.)
Hijos
amados: Jesús se ha quedado con vosotros en todos los Sagrarios del mundo. Él
está vivo, presente en la Hostia Consagrada; su Corazón Eucarístico palpita y
late de amor, su dulce prisión está embellecida por el cortejo de Santos
Ángeles que le adoran, Ángeles que le entonan bellísimos himnos al son de las
cítaras y de las arpas. Ángeles que se extasían ante la grandeza
del Señor. Ángeles que han comprendido el gran misterio de Jesús de perpetuarse
en el Pan Consagrado hasta la consumación de los siglos.
Jesús
en su desbordado amor por toda la humanidad, decidió hacer de los Sagrarios,
pequeñas parcelas del Cielo en la tierra. Parcelas que son como los jardines
del Edén porque en ellas florece un lirio blanco, perfumado; lirio que atraerá
a muchas almas a cuidarle y a cultivarle con el abono de la adoración y de la
reparación; abono que os servirá como provecho para vuestro crecimiento
espiritual; porque cuando dejáis de orar, la tierra de vuestro corazón se
vuelve estéril, árida, ya no produce cosechas abundantes, la maleza empieza a
destruir, a infectar los pocos frutos sanos.
Carísimos
hijos: en el Sagrario podréis encontrar a Jesús, sentirle; allí le rindo los
honores y homenajes que las creaturas no le dan. Allí pido por todos vosotros,
suplico misericordia para toda la humanidad porque soy Madre de la Adoración y
de la Reparación. Madre que adora al Dios Uno y Trino, presente en la Santa
Hostia. Madre que adora al Salvador, al Emmanuel que llevé en mi vientre purísimo.
Madre que adora al Mesías que pronto llegará por segunda vez, vestido de honor,
de majestad y de gloria. Madre que adora al Hijo de Dios, al Verbo encarnado
que se hizo hombre para redimiros del pecado, para daros salvación y vida
eterna. Madre que pronto veréis vestida de sol para dar fin a la batalla, para
aplastar con su talón la cabeza de la serpiente. Madre que os forma en el
escuadrón del Ejército Victorioso porque son muchas las potestades del infierno
que quieren pervertir al mundo, lo quieren seducir con falsos halagos, lo
quieren distanciar de Dios para luego reclamar el trofeo de sus almas y
llevárselas al abismo del infierno, al rechinar y crujir de dientes, al fuego
eterno.
Soy Madre de la Adoración y de la
Reparación y os ruego pedir
perdón porque son muchos los sacrilegios, las profanaciones contra el Misterio
Eucarístico de Jesús. Misterio que no sólo contiene la Gracia sino al Autor
mismo de la gracia, a Jesucristo que es la misma Santidad.
Soy
Madre de la Adoración y de la Reparación porque en el Santo Tabernáculo está
Jesús como Víctima Divina por todos vosotros; pagadle su gran gesto de amor
volviendo vuestros ojos y corazón a Él, amándole por los que no le aman,
adorándole por los que no le adoran, porque son muchos los ingratos que lo
desprecian.
Soy
Madre de la Adoración y de la Reparación: Jesús habita en su Tabernáculo; id y
dadle toda la honra y la gloria porque es el Rey de reyes, el Señor de señores
que se encuentra triste y solitario, porque los pecados de los hombres han
oscurecido al mundo; los pecados de los hombres hacen que la copa
del Padre Eterno reboce en su justa cólera, los pecados de los hombres sumirán
a la Iglesia en una espantosa consternación.
Soy
Madre de la Adoración y de la Reparación: la Eucaristía es el invento de amor
que os mantendrá en pie en este tiempo de tribulación. Si no frecuentáis este
sacramento, si no os alimentáis con el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo no
aguantaréis la prueba; prueba que hará temblar, aún, a los mismos elegidos;
prueba en la que quedará sólo la tercera parte de la humanidad porque el mundo
será purificado, renovado.
Soy
Madre de la Adoración y de la Reparación porque el Cuerpo Místico de Jesús está
siendo dividido, fragmentado; reparad, vosotros, por la unidad de la Iglesia.
Reparad, vosotros, para que todos los
hombres vuelvan a Dios.
Reparad,
vosotros, para que los mensajes que hablan del final de los tiempos no sean
rechazados.
Reparad,
vosotros, para que las profecías que anuncian el segundo advenimiento del Señor
sean acogidos con amor, sin temores, sin miedos.
Soy
Madre de la Adoración y de la Reparación que está uniendo a los elegidos en un
sólo rebaño, cuyo único Pastor es Jesús.
Soy
Madre de la Adoración y de la Reparación: consagraos a mi Inmaculado Corazón
que despertaré en vosotros deseos de amar, adorar y glorificar a Jesús vivo en
el Santísimo Sacramento del Altar. Sacramento de Amor para los sencillos, los
pequeños.
Virtud
de la paz
La paz interior es la virtud que en el
alma os produce regocijo, plenitud, alborozo del espíritu, calma, sosiego.
La
paz interior es la presencia de Dios que ha de permanecer en vosotros, os ha de
cohabitar porque todos los miembros de vuestro cuerpo gozarán de salud,
equilibrio.
La
paz interior no se compra ni se vende y es una virtud que debéis construir con
vuestras propias manos; sois constructores de vuestra vida, de vuestro destino;
en vosotros está que viváis en armonía consigo mismo, que disfrutéis de todo lo
que está a vuestro alrededor, que le saquéis el máximo provecho a cada
situación, que viváis en continua fiesta, algazara espiritual.
La paz interior es deleite, reboso del
amor de Dios. Porque el alma que posee esta virtud goza de armonía consigo
misma, considera la vida como un regalo no merecido, como una aventura máxima,
única e irrepetible.
La
paz interior os produce un desahogo tal, que vuestra alma se eleva hacia el
cielo para disfrutar, por anticipado, de sus delicias en la tierra.
La
paz interior es portón de oro para la paz exterior. Paz que armoniza vuestro
entorno. Paz que es golosina del Cielo para las almas. Paz que une en el amor,
en la fraternidad. No la perdáis. Cerrad las puertas de vuestro corazón para
que la turbación no altere vuestro espíritu,
sería caótico para vuestra vida. Es una enemiga demasiado peligrosa porque: una
vez entra se rancha y se adhiere como gelatina pegajosa, causa estragos a
vuestro corazón volviéndolo mustio, lánguido, melancólico, triste, irascible,
conturbado.
Hijos
míos, si vuestro corazón carece de paz: id y corred a su encuentro, deseadla
como la tierra reseca añora la lluvia, deseadla como el pájaro enjaulado anhela
recobrar su libertad, deseadla como el girasol necesita del sol para vivir.
3. Coronilla de Protección. Pág. 7
Seguir con las mismas oraciones arriba indicadas desde el primer día
María , Mater novissimis temporibus
apostolorum, ora pro nobis , amén.
Simpatizo con la obra y hago apostolado de ella,
y en libertad de acción y de acuerdo al documento de la Santa Iglesia
cuya autoridad el Papa Paulo VI , publicado el 15-9-1966 y el decreto de
la congregación de la Propagación de la fe (antes Santo Oficio) A.A.S.,
No 58 / 16 del 29 -12-1966 no esta prohibido divulgar ,sin el imprimatur
escritos relacionados a nuevas apariciones ,revelaciones profecías ,milagros
No hay comentarios:
Publicar un comentario