Día
20. Preparaos para el segundo
Pentecostés
Enero 11/10 (7:00 a. m.)
Hijos
carísimos: el segundo Pentecostés vendrá porque algunas almas se han ofrecido
como víctimas, como pequeños pararrayos del gran Pararrayos que es Jesucristo,
Víctima Divina.
El
segundo Pentecostés vendrá porque mi Ejército Victorioso siempre se mantendrá
en pie, el adversario nunca podrá derribarlo.
El
segundo Pentecostés vendrá como susurros de brisa suave; brisa que humedecerá
la tierra árida, brisa que transformará el desierto en un manantial de aguas
abundantes, brisa que hará florecer valles resecos y marchitos, brisa que dará
mayor verdor a los árboles, brisa que servirá como abono para que la cosecha dé
frutos abundantes.
El
segundo Pentecostés vendrá para purificar la Iglesia. Iglesia que se volverá
diáfana, limpia. Iglesia que vivirá humilde y pobremente. Iglesia que imitará
las virtudes de su Madre Virginal.
El
segundo Pentecostés vendrá para Jesús instaurar su Reino de amor entre
vosotros. Reino que no es como los de la tierra, su reino es un reino de paz y
de justicia, reino de misericordia y de bondad infinita.
El
segundo Pentecostés vendrá para dar al mundo el orden para el cual fue creado;
mundo actual: apartado de las leyes de Dios, secularizado, encaminado a la
consecución del placer y de los bienes materiales.
El
segundo Pentecostés vendrá y el Espíritu Santo descenderá con ímpetu y fuerza
para que Jesús sea mayormente amado y conocido.
El
segundo Pentecostés vendrá, porque habrá un solo rebaño y un solo Pastor. Yo,
como Madre de la Iglesia seguiré guiando la vida de mis hijos.
El
segundo Pentecostés vendrá una vez la Iglesia haya sido purificada y renovada
por grandes sufrimientos; cuando aplaste con mi talón la cabeza de la
serpiente, las puertas del infierno se cerrarán y el mundo nuevo vivirá como si
no existiese el pecado.
El
segundo Pentecostés vendrá para liberar al mundo del yugo del pecado y de
satanás; liberación que se dará por medio de la gran purificación y del
castigo; purificación que dará fin a la humanidad pecadora. Purificación que
abrirá las puertas de la Nueva Jerusalén. Purificación que volverá al orden
primero de la creación, porque muy pronto veréis cielos nuevos y tierra nueva.
El
segundo Pentecostés vendrá para dar muerte al dragón rojo y a la bestia negra,
porque la Iglesia después de haber pasado por una horrorosa crisis volverá a
renacer, resplandecerá en su plenitud.
El
segundo Pentecostés vendrá porque una porción amada, el resto fiel, no se
dejará tambalear por las fuertes tormentas ni por los vientos impetuosos que
soplen sobre ella. Yo la esconderé en mi Inmaculado Corazón, la ocultaré del
adversario, la conservaré intacta, pura.
El segundo Pentecostés
vendrá porque es necesaria la purificación
para la Iglesia; es urgente el segundo advenimiento de Jesús. Muchas almas se
condenarán si el tiempo no es abreviado.
El
segundo Pentecostés vendrá porque son muchas las almas que no atienden al
llamado de la conversión, son muchas las almas que desprecian los Sacramentos;
son muchas las almas que hieren el Sacratísimo Corazón de Jesús con su pecado,
con su desobediencia a las leyes y mandatos Divinos.
El
segundo Pentecostés vendrá después que la Iglesia haya pasado por un viernes
santo; viernes santo que la llevará a su máxima purificación; viernes santo que
la sumirá en un profundo sufrimiento para llevarla al nivel más alto de
perfección.
Hijos
amados: preparaos para el segundo Pentecostés, consagrándoos a mi Inmaculado
Corazón, perteneciendo al Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes.
Preparaos
para el segundo Pentecostés, promoviendo el Apostolado de Reparación.
Apostolado que unido a la consagración antepondrá el triunfo de mi Inmaculado
Corazón. Triunfo que se dará en el mismo instante del segundo regreso de Jesús.
Preparaos
para el segundo Pentecostés, adorando a Jesús presente en la Sagrada
Eucaristía. Eucaristía que os dará fuerza en este tiempo de tribulación. La
Eucaristía os dará coraje para enfrentar la gran prueba; prueba que involucrará
a la humanidad entera; prueba que precederá a la Nueva Jerusalén.
Preparaos
para el segundo Pentecostés, orando la corona del Santo Rosario; corona que os
revestirá de gracia para que no cedáis a la tentación y por ende al pecado;
corona que me impulsará a protegeros como una buena madre cuida de sus hijos;
corona que unirá vuestro corazón a mi Inmaculado Corazón para que así sintáis
mi presencia en los días aciagos que os esperan.
Virtud
del recogimiento
Regocijaos en el Señor y disfrutad de la dicha verdadera.
Regocijaos en el Señor y aspirad su fragante nardo.
Regocijaos
en el Señor y vuestro espíritu volará al cielo.
Regocijaos en el Señor y vuestro corazón
se inflamará de amor por su presencia.
Hijitos
míos, evitad la distracción, el ruido, internaos en el espesor del Sagrado
Corazón y descansad en Él. Escuchad sus latidos, latidos que son como sinfonías
celestiales que os arrullan, latidos que son como cantos de Ángeles que son
suave melodía, latidos que son murmullos de Nuestro Señor para que lo améis, lo
adoréis, lo alabéis y lo glorifiquéis.
Cuando
estéis frente al Señor no pensad en nada, silenciaos exterior e interiormente;
al principio os costará pero iréis aprendiendo hasta que seáis alma
contemplativa.
En
el recogimiento podréis hablarle a Jesús de corazón a corazón. Él os hablará
muy en la profundidad de vuestro corazón.
En el recogimiento os salís del ámbito
terrenal para adentraros en una esfera celestial.
En
el recogimiento el Espíritu Santo os soplará más fuerte, descenderá con ímpetu,
os cubrirá con sus alas de color plata.
En el recogimiento os olvidáis del
tiempo, el reloj cesa, deja de marcar la hora, cruzáis el umbral de la
eternidad.
Sed
pues, almas recogidas, almas que pidan mi intercesión para que el Señor os
conceda esta virtud.
Cuando
estéis orando desconectaos con el mundo que la oración es un diálogo, un
encuentro recíproco de amor.
Sed
galantes, reverentes, abismaos en el Señor, sentidle en vuestro corazón,
cubridle con vuestros besos. Estáis en Él y frente a Él. No os dejéis robar
este bello momento. Lo que hoy es, mañana puede ser una ilusión, un espejismo,
una quimera.
El recogimiento es descanso, sosiego,
éxtasis de amor.
3.
Coronilla de Protección
Seguir con las mismas oraciones arriba indicadas desde el primer día
María , Mater novissimis temporibus
apostolorum, ora pro nobis , amén.
Simpatizo con la obra y hago apostolado de ella,
y en libertad de acción y de acuerdo al documento de la Santa Iglesia
cuya autoridad el Papa Paulo VI , publicado el 15-9-1966 y el decreto de
la congregación de la Propagación de la fe (antes Santo Oficio) A.A.S.,
No 58 / 16 del 29 -12-1966 no esta prohibido divulgar ,sin el imprimatur
escritos relacionados a nuevas apariciones ,revelaciones profecías ,milagros
Cuando va a empezar Marquinho, para anotarme....
ResponderEliminarJulio
Ufff . amigo ya hemos renovado nuestra consagración al Inmaculado Corazón y con la imposición de la santa medalla como apóstoles de los últimos tiempos el domingo 13 a las 12:00 p.m , además te envié un mensaje a tu celular incluso te llamé . Pero naca la pirinaca , ya hace tiempo te avisé. Llámame.
ResponderEliminarademás mañana ya se van el Hno. Agustín y el Padre Pablo a Colombia . Pero volverán para diciembre.
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