Día
21. Soy Reina de la familia
Enero 12/10 (7:00 p. m.)
Hijos
míos: dad beneplácito a mi Inmaculado Corazón convirtiéndoos del todo al Señor,
Dios sumamente compasivo y misericordioso para con el pecador. Dios, en el que
podréis encontrar toda complacencia.
Dad
beneplácito a mi Inmaculado Corazón y abridme las puertas de vuestro hogar que
soy Reina de las familias; familias que deben transformarse en un segundo hogar
de Nazaret con un toquecito de mi amor maternal; familias que deben permanecer
unidas, ligadas dulcemente a nuestros Sacratísimos Corazones; familias en las
que debe primar el diálogo, la tolerancia y el respeto mutuo; familias que
deben ser escuela de valores porque es aquí, la iglesia doméstica, donde se
construye, se edifica el proyecto de los hijos.
Yo
soy Reina de la familia y os llamo a la fidelidad conyugal; no hagáis de
vuestros lechos matrimoniales nidos de demonios, porque el adulterio es la
puerta abierta que ha llevado a muchísimas almas a la condenación eterna; allí,
en el infierno, este pecado es castigado con máxima crueldad porque el
matrimonio es un sacramento, una fuente de gracia para la santificación y la salvación.
Yo
soy Reina de la familia. Reina que os pide un puesto de importancia en vuestro
hogar. Reina que debe ser homenajeada con su oración predilecta, el Santo
Rosario. Rosario que, rezado en familia, os une en un amor ágape; el enemigo no
podrá entrar al seno familiar, porque con el prodigio de esta oración, las
puertas y ventanas son cerradas; raudales de bendiciones os lloverán del Cielo
como susurros de brisa suave, porque tendréis como intercesores: la corte
celestial durante vuestras vidas y en la hora de la muerte.
Yo soy Reina de la
familia. Reina que os concederá una gracia especial, si atendéis a mi llamado,
porque satanás ha entrado en vuestros hogares por medio de la televisión y de
la Internet; os está desuniendo, os está robando el tiempo para que no oréis,
os entretiene sutilmente para sustraeros de las cosas de Dios.
Yo
soy Reina de la familia. Reina que quiere perfumar vuestra casa con su
presencia. Reina que os quiere preservar del adversario porque él pretende
destruir y acabar con las familias; familias que están perdiendo identidad,
familias en las que ha penetrado el espíritu de división, familias en las que
poco se cultivan los valores espirituales y religiosos.
Yo
soy Reina de la familia. Familia que, en este final de los tiempos, está siendo
semi-destruida por la influencia del modernismo, está tiñéndose de oscuridad,
porque muchos padres han perdido autoridad sobre sus hijos; hijos que quieren
gobernarse por sí solos, hijos que carecen de la figura paterna o materna,
hijos que les ha tocado vivir un tiempo fuerte de confusión porque estáis en la
época que a lo bueno se le llama malo y a lo malo, bueno.
Yo
soy Reina de la familia y os traigo un mensaje esperanzador: muy pronto mi
Inmaculado Corazón triunfará; muy pronto, muy pronto veréis cielos nuevos y
tierra nueva; muy pronto veréis a la mujer vestida de sol pisando con su talón
la cabeza de la serpiente; por eso hijos míos: atended a mi llamado de
conversión, volved al seno de vuestro Padre; Él os espera para abrazaros como a
hijos pródigos. Él os espera para quitar los ropajes de mendicidad que lleváis
puestos y vestiros con trajes nuevos. Él os espera para recibiros con una gran
fiesta; fiesta porque habéis vuelto a su regazo Paternal; fiesta porque habéis
respondido con prontitud mi solicitud; fiesta porque al fin reaccionasteis,
despertasteis de vuestro sueño, os propusisteis hacer de vuestra familia un
encuentro recíproco de amor, tienda de encuentro porque allí habita Dios, allí
están los Santos Ángeles que le adoran, allí está San José proveyéndoos del
pan, allí estoy yo arropándoos bajo la orla de mi manto celestial y dándoos
alimento sólido; porque una vez iniciasteis el proceso de consagración a mi
Inmaculado Corazón y os estáis haciendo más maduros en la fe; estáis formando
parte de mi Ejército Victorioso, estáis recibiendo la armadura de Dios para que
batalléis como soldados rasos, estáis recibiendo la marca de los elegidos de
Dios.
Hijos
carísimos: volved a Dios. No cambiéis las leyes de Dios, vivid de acuerdo a sus
preceptos, legalizad las uniones irregulares bajo el Sacramento del Matrimonio.
No pongáis en alto riesgo vuestra salvación. No contristéis más el Sacratísimo
Corazón de Jesús. Consolidad familias de acuerdo al Santo Querer del Señor. El
adversario, satanás, las quiere disolver, influye en el corazón de los hombres
para que se acepten y promuevan leyes permisivas, leyes perniciosas que llevan
a la degradación moral, al distanciamiento con Dios porque el Cielo jamás
aprobará leyes contrarias a las enseñanzas del Divino Maestro.
Virtud
de la veracidad ( verdad )
Caminad
por los senderos de mi Amor Santo. Senderos adornados de rosas de esplendidos
colores. Senderos en los que se os exige renuncias, cambios notorios. Senderos
angostos que os llevan al Cielo. Senderos por los que iréis subiendo cimas,
cimas a la santidad.
Si optáis en habitar en uno de los Aposentos de mi
Amor Santo debéis sacar de vuestro corazón el feo vicio de la mentira, vicio
que os hace parecidos a satanás porque él es el padre de ella; vicio que os
traerá problemas, vicio que os hará remedos del demonio, vicio que es
enfermedad mortal que os mata en vida, vicio que se lleva la luz de vuestro
corazón, corazón que pierde su hermosura, su lozanía; corazón que pierde el
aroma de Cristo ya que la mentira produce olor nauseabundo, mortecino.
Hijos
míos: hablad siempre con la verdad. Por la verdad murió Cristo. Por la verdad
muchos de los santos que hoy gozan de la visión beatífica de Dios en el cielo
fueron mártires del gran amor del Amor Divino.
La verdad hace de vuestro corazón un
manantial de aguas claras, límpidas. La verdad os da brillo, luz, es como un
lucero que os posee.
La
verdad es como la alborada de la mañana en que la oscuridad se diluye para dar
paso a la claridad del día.
La
verdad es como el sol radiante en vuestro corazón, sol que os cubre con su
resplandor, os cobija con sus rayos potentes.
¿Por qué mentir, hijos míos, si sois
hijos de la verdad?
Llevadla
colgada al cuello como si fuese un collar de perlas finas. Llevadla bien
guardada en vuestro corazón como si fuese vuestro máximo tesoro. Llevadla en
vuestros labios como si fuese dulce miel. Llevadla en vuestros pensamientos
como única razón para existir.
No
os engañéis a vosotros mismos, reconoced que las mentiras piadosas no existen.
Actuad siempre como en la luz del pleno día.
La verdad es sabiduría, valentía.
3. Coronilla de Protección. Pág. 7
Seguir con las mismas oraciones arriba indicadas desde el primer día
María , Mater novissimis temporibus
apostolorum, ora pro nobis , amén.
Simpatizo con la obra y hago apostolado de ella,
y en libertad de acción y de acuerdo al documento de la Santa Iglesia
cuya autoridad el Papa Paulo VI , publicado el 15-9-1966 y el decreto de
la congregación de la Propagación de la fe (antes Santo Oficio) A.A.S.,
No 58 / 16 del 29 -12-1966 no esta prohibido divulgar ,sin el imprimatur
escritos relacionados a nuevas apariciones ,revelaciones profecías ,milagros
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